jueves, 12 de abril de 2012

Reestructuración de las ciencias sociales.



Las clasificaciones de las ciencias sociales no están claras, aunque siempre se pueden hacer ajustes que mejoren las irracionalidades. La realidad del mundo del conocimiento en comparación con las décadas anteriores, es la limitación de recursos, impuesta por las crisis fiscales. Igualmente los científicos sociales se enfrentan a las presiones generadas por sus dilemas intelectuales, intentando expandir el número y la variedad de las estructuras pedagógicas y de investigación.

Las presiones están destinadas contraponerse; por lo que se puede ya sea esperar que los científicos sociales activos fijen su atención en las estructuras actuales y intenten concordar sus percepciones intelectuales basadas en una división del trabajo útil. Aunque si los científicos sociales no lo hacen, indudablemente los administradores de las instituciones de conocimiento lo harán. Nadie se encuentra en condiciones de decretar una reorganización general; aunque la alternativa a una reorganización, no es seguir avanzando ciegamente y como se pueda, manteniendo la esperanza en que en algún momento las condiciones mejorarán, arreglándose solas.

Las clasificaciones de las ciencias sociales varían; aunado a que en la actualidad el grado de cohesión y flexibilidad internas de las disciplinas varía de una a otra y, dentro de la misma. La presión por el cambio varía de acuerdo con las perspectivas teóricas de distintos científicos sociales y acorde con el grado en que grupos particulares de científicos sociales participan; las situaciones políticas nacionales y las situaciones políticas universitarias afectan sus intereses, por lo tanto el grado en que favorecen o se oponen a las reorganizaciones administrativas.

Las fundaciones conceden  fondos a grupos de estudiosos imaginativos, pero son los departamentos los que resuelven sobre las promociones y los planes de estudio. No existen los monopolios de la sabiduría ni zonas de conocimiento reservadas a las personas con determinado título universitario. De forma cierta, han surgido agrupamientos de científicos sociales en torno a intereses o áreas. En Estados Unidos, esta la mayor densidad de estructuras universitarias en el mundo y la presión política interna es fuerte, tanto a favor como en contra de la reestructuración de las ciencias sociales. En los países poscomunistas, se enfrenta una situación en la que las estructuras viejas han sido desmanteladas y algunas categorías universitarias abandonadas; las presiones financieras son altas, al grado de que estudiosos han abandonado las estructuras universitarias  para continuar su labor. La Comunidad Europea es un ejemplo de fortalecimiento de los vínculos entre sus diversas universidades por medio de programas y proyectos que ofrecen respuesta a la problemática de universalismo y particularismo.

 La aparición de instituciones de investigación independientes en África y América Latina, han creado un camino alternativo para emprender investigaciones. Estas instituciones buscan unir la experiencia de las ciencias sociales y de las naturales, no importando mostrar poco respeto por los límites disciplinarios. Estas condiciones se están presentando actualmente en países poscomunistas y en países occidentales. En algunas partes del mundo los antiguos paradigmas y las instituciones establecidas para salvaguardarlos, alimentarlos y protegerlos; nunca funcionaron realmente o se han desplomado. Esas regiones son espacios relativamente más abiertos donde están surgiendo innovaciones intelectuales e institucionales.

            Nos encontramos en un momento en el que la tarea más urgente es que haya una discusión completa de los problemas subyacentes. Debe alentarse en esta discusión la función principal, que es la de elaborar los problemas interconectados que se han planteado, pero manteniendo la claridad, que esta sea en forma abierta, inteligente y urgente.

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