Publicado
en el portal de la revista Muy Interesante, por Elena Sanz:
Científicos
de los Laboratorios Berkeley, en Estados Unidos, han conseguido producir
electricidad utilizando pequeños generadores llenos de virus inocuos para las
personas. Se trata de pequeños dispositivos que “cosechan” electricidad a
partir de tareas cotidianas, como lo sería cargar el teléfono móvil con la energía
producida al caminar.
Los
investigadores probaron su idea, al crear un generador plano, del tamaño de un
sello de correos, que produce la corriente necesaria para operar una pantalla
pequeña de cristal líquido. El dispositivo está revestido con virus
bacteriógrafos M13 que convierten en electricidad la fuerza aplicada con el
dedo; esto es lo que le establece como el primero que produce energía
aprovechando las propiedades piezoeléctricas[1]
de un material biológico.
En la
naturaleza, el virus M13 solo ataca a las bacterias, es benigno para las
personas y, al ser virus se reproduce constantemente, proporcionando un
suministro constante; además de ser fácil de modificar genéticamente.
El
generador fue optimizado cuando los investigadores apilaron partículas
compuetas de capas individuales de virus. En resumen, el máximo efecto
fotoeléctrico se logró con 20 capas de espesor. La película se colocó entre dos
electrodos revestidos de oro y conectados por cables a una pantalla de cristal
líquido; produciendo así, una corriente de 6 nanoamperios (nA) y 400
milivoltios de potencial; esto equivale a un cuarto de una pila AAA.
Imagen publicada en la página
de Internet Muy Interesante.
Una de las
características del hombre es su capacidad de modificar el entorno que le
rodea, para utilizarlo en su beneficio; esto es lo que innegablemente dirige a
la aparición de la ciencia y la tecnología. La ciencia y la tecnología están
ligadas, pues los avances de la ciencia ayudan a la tecnología a que se
desarrolle y esta a su vez le retribuye para que las técnicas empleadas por la
primera mejoren.
Esta
invención estadounidense, es un adelanto considerable, ya que este podría
marcar el final de las baterías eléctricas, las cuales son uno de los tantos
elementos que causan contaminación en el planeta; esto por su corta vida útil,
los metales tóxicos con que están fabricadas y el electrolito liquido ácido que
se puede derramar de ellas.
El
generador de los laboratorios Berkeley, es un ejemplo notable de la ayuda
recíproca entre la ciencia y la tecnología, y sobre todo de la posibilidad de fusionar
a la ingeniería con la biología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario